Autobuses

Las líneas de autobuses juegan con la vida de sus pasajeros sin que a ningún ente administrativo ("gobierno") le interese mínimamente. No solo no existe control de los pasajeros en las centrales, sino que tampoco durante la ruta de los vehículos.

Cuando una persona compra boleto de autobús, los expendedores no le piden ningún tipo de identificación. Tampoco existe control de metales al abordar el vehículo y durante el trayecto las personas pueden bajar y subir en los lugares donde el autobús se detiene permitiendo de esta manera que alguno o algunos delincuentes se armen.

Existe otro problema, que es cuando las personas quieren poner denuncia, ya que no en cualquier ciudad o poblado es posible hacerla lo que desalienta una pronta investigación.

No todo tipo de asalto en la carretera puede prevenirse con estos tipos de control, pidiendo identificación, cámaras de vigilancia y control de metales al abordar o que se prohíba cualquier tipo de parada de los vehículos con el pretexto de usar los sanitarios de los restaurantes de la carretera, pero si se dificultaría en gran medida que los asaltantes viajaran en los mismos vehículos donde van sus victimas